Costa de Marfil, el claro campeón

La diferencia física que Costa de Marfil ostentó sobre todos sus rivales fue una de las claves para entender el 3 a 1 de la final. A partir del buen manejo de balón y de ganar siempre las pelotas divididas, los africanos monopolizaron la tenencia del balón y fueron los únicos protagonistas de un partido que tuvo poco de emotivo, a partir de la falta de resistencia de los daneses.

Las ocasiones de gol del primer tiempo fueron propiedad exclusiva de Costa de Marfil. Antes del primer minuto de juego, la pelota ya circuló peligrosamente por el área del arquero Andersen. Ouedraogo le ganaba a Lumb por la derecha del ataque marfileño y entonces los centrales daneses tenían que salir seguido a apagar los incendios que se producían en esa zona de la cancha. Ouedraogo anotó el primer gol con un gran remate desde afuera del área y luego debió salir reemplazado por Gohou, quien aprovechó un quedo de la defensa de Dinamarca para anotar el segundo antes del final de primer tiempo.

En el comienzo del segundo tiempo, Nicki Bille Nielsen descontó para Dinamarca y se colgó el traje de goleador del torneo. Sin embargo, Dinamarca no supo aprovechar ese pequeño momento de confusión de su rival y casi no inquietó más. Porque Lyng y Bille Nielsen no pudieron asociarse y porque Lindemann Jensen no fue el dueño de la mitad de la cancha como en todos los partidos anteriores.

Así, Costa de Marfil llegó, casi por peso propio, al tercer gol. Giovanni Sio recibió en el borde del área grande y de volea la colocó contra el palo más alejado de Andersen, quien antes ya había salvado a su equipo en dos ocasiones.

En la última jugada del partido, Mortensen descontó de cabeza para Dinamarca pero no fue suficiente. La combinación entre físico y buen trato de balón de Costa de Marfil fue más que cualquier otra propuesta en el Torneo Esperanzas de Toulon 2010. Salud Costa de Marfil, salud campeón.