A partir de 2001, Holanda quebró su imagen de país ideal. Antes que eso, si había alguna nación europea que podía exhibir algo multicultural esa era Holanda. Las segundas generaciones de inmigrantes concurrían a universidades y tenían casi la misma tasa de desempleo que los nativos.
Un año antes, la selección de fútbol de Holanda vivía en la Eurucopa 2000, las últimas imágenes de un equipo digno represante de la filosofía Cruyff.
Dos mundos aparentemente paralelos pero que se unirán en este artículo. Paciencia. Ahi va.
La gran periodista Sandra Russo caminaba por Amsterdam en 1997, justo el día de la final de la Champions entre Juventus y el Ajax de Van Gaal (último equipo mítico de Holanda y que jugó ese partido con 7 jugadores nacidos en su cantera). Justo ahí, se inspiró para escribir estas líneas: "Era el espacio en el que la tolerancia étnica y social pasaba del dicho al hecho, donde la civilización ascendía un peldaño y los diferentes no se estorbaban entre sí. Amsterdam es imposible de captar si uno no se sacude la caspa pequeñoburguesa. El valor que los holandeses le dan a la hospitalidad es mucho más profundo y va mucho más allá de la sonrisa cortés al turista. Esa sonrisa de circunstancia no existe. Amsterdam es un universo interracial construido sobre una tolerancia de base, una clase de tolerancia de la que un argentino tiene poco registro. Amsterdam pone a prueba aquello de que la libertad tiene sus costos, pero que ningún costo es tan alto como para renunciar a la libertad. La sociedad holandesa tiene ese tipo de coraje."
Impresionante la Russo para comenzar a unir esos dos mundos "paralelos" y contar rasgos características de los holandeses de esa época.
Holanda siempre fue imagen de una sociedad ideal. Holanda siempre fue imagen relacionada al buen fútbol. Década del ´70, aparecen Michels y Cruyff y revolucionan a ese deporte. Hay que leer a David Winner para enteder la relación entre su sociedad y ese fútbol: abierto, desjerarquico, brillante.
A partir de ahi Holanda fue siempre buena cantera de futbolistas. El Ajax de Amsterdam siempre fue visto como la "academia" del fútbol europeo. Hoy, la liga holandesa perdió nivel y ese Ajax incorpora jugadores de "clase media" para su equipo y su cantera ya no produce como en tiempos de Cruyff o en los tiempos que Sandra Russo andaba por Amsterdam (Kluivert, Overmars, Seedord, Davids, los De Boer).
La imagen de "sociedad paraíso" como grafica el brillante sociólogo Simon Kuper se cae a pedazos a partir de 2001. Justo ahí, Van Gaal lideraba la selección colmada de esos jugadores estupendos pero enmarcados en esa "última camada". Holanda queda afuera del Mundial 2002 con un equipo que costará volver a repetir y con actuaciones contundentes como un 3 a 0 a Inglaterra imperdible.
Justo ahí la sociedad holandesa comienza a volcarse hacia la derecha. Crece el fascismo, surge el político anti-inmigración Pim Fortuyn y los nativos comienzan a ver a Holanda en un país dividido donde musulmasnes y blancos no pueden coexistir. Toda Europa vive este tipo de "problema" pero ninguno toma medidas tan drásticas como Holanda. Este muchacho Fortuyn, y sus seguidores (casi todos los nativos holandeses) piden una sociedad donde cierta cultura, ciertos rasgos, pueden ser descriminados.
Simon Kuper cuenta que "el principal problema es que muchos holandeses no pueden aceptar la rápida transformación de su paisaje. Holanda tiene hoy 16 millones de habitantes, de los cuales más de 1 millón son musulmanes, o el 6 por ciento de la población, una de las cifras más grandes de Europa. Yo salí de Holanda en 1986, y el país ahora se ve tan diferente ahora que me siento como un viajero en el tiempo. Un domingo por la mañana, atascado en un pequeño embotellamiento en La Haya, viví una secuencia de experiencias: ¡Un atasco en domingo! ¡Una barbería abierta! ¡Una barbería que se llama ‘Estambul'! Lo que los holandeses ven ahora cuando pasan con sus bicicletas son mezquitas, locutorios baratos para llamar a Turquía y África y adolescentes marroquíes paseando. Holanda ya no es el lugar donde crecieron."
Holanda ya no es lo que era. Tampoco en el fútbol. Su selección no despierta la admiración de antes pero, al menos, integra (seguramente y solamente por 90 minutos) a jugadores nativos e inmigrantes.
Llamamos muchas veces a Batista, DT de la Argentina de este Toulon que mañana enfrenta a Holanda. Tenemos un estudio específico sobre la selección que dirige Schrijver (incluyendo análisis en video de sus últimos partidos). Pero no le interesó. Como en el fútbol no sólo existe lo que uno puede medir, cuantificar, fragmentar y extraer datos como si fuera una ciencia, no nos enojaremos. Al contrario.
Pero como con él no pudimos, ahi vamos. En Toulon, el entrenador de Holanda respetará el clásico 4.3.3 que potenció la "naranja mecánica" de Cruyff. Diego Perotti, jugador argentino actual titular en Sevilla, tendrá que ir e ir por la izquierda. Hiarej (utilizará el número 2) no siente la posición, no es rápido, ni marca en velocidad. Es un central reconvertido. La defensa holandesa sí tendrá experiencia en Pieters, campeón con Holanda en 2007 en el sub20 europeo, jugador frío no pasará al ataque nunca. Mientras que los centrales son Vito Wormgoor (4), nacido en Ajax, cedido al Utrech porque el entrenador prefirió a Oleguer en su lugar (dato que juega en contra para Van Basten) y Van Eijden (3), promesa del PSV con buena salida y técnica.
Roorda será el "5", en Holanda esta posición es 6, por eso usará esa casaca. Alto, más de 1,90 aporta marca y poco más. No lo pasará fácil Papu Gomez pero sufrirá en velocidad. ¿Que Buonanotte veremos en Toulon?. Falkenburg (8) destacó este año en la liga holandesa con algunos minutos buenos. Tiene proyección.
La duda pasará por ver donde se ubica el del Ajax, Sarpong (quizás uno de los pocos a tener en cuenta en un futuro para la selección mayor). Este entrenador lo utiliza tanto de extremo como de interior. Utilizará la 7 y en el último partido disputado por este equipo (ganó 2 a 0 frente al NEC) jugó de extremo derecho. Muy técnico y desequilibrante.
Para cerrar, dos esperanzas holandesas. Una es Biseswar (10), quien ya es desequilibrante en el Feyenoord. Muy rápido y hábil.
Este 9 se llama Ricky Van Wolfswinkel. Con nombre de crack, 20 años y 8 goles en el Vitesse en la temporada, tiene un futuro prometedor. Vivirá del fútbol, queda claro. Centrodelantero, hombre blanco, 1 metro 85, es muy querido por la prensa especializada de Holanda. Algunos lo miran como el "último relevo" de los grandes goleadores blancos (Van Basten, Van Nistelrooy, Huntelaar) que ya escasean en los Países Bajos. En Holanda recriminarán al DT si lo sustituye por el menos hábil, jugador del De Graafschap y marroquí Oussama Assaidi (20). Y sí, Holanda ya no es lo que era.
martes, 2 de junio de 2009
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