La pelota podría estar teñida de naranja. Holanda fue quien más la toco y se hizo con la posesión. Pero nada que hacer con la contudencia de hombres como Bounanotte, Banega y Perotti, que aparecieron pocas veces, pero anotaron goles. Un 4 a 0 es indiscutido.
Holanda la tuvo pero no fue profundo y el arquero Marchesín disfruto como los delanteros holandeses se entrenenían tocando o gambeteando y no acertaban al arco. Primer llegada y gol argentino. Pelotazo largo y gol de Jara. Uno de las pocas en el primer tiempo.
En el segundo, Holanda cansada dejó espacios para que el joven delantero de River pueda lucirse en la contras. Perotti, que no fue el del Sevilla, de carambola hizo el segundo. El tercero fue una ejecución de Banega de penal, que cuando no se pone a cancherear y a tocar instrascendentemente es un buen jugador. Bounanotte marcó el cuarto y abre la ilusión de Argentina, un equipo sin preparación previa a este torneo (Banega aterrizó hoy a Toulon) y con muchos jugadores de la sub17.
Gastón Pezzela, defensor central, quien salió por lesión demostró solidez en el fondo argentino que no sufrió demasiado. Algo de Biseswar en el primer tiempo, Sarpong pudo haber tenido un gran partido si no perdía las últimas ejecuciones, el equilibrio de Roorda en el medio, el tardío ingreso de Buttner que mostró que es un buen wing. Nada más. Mulder será otro de los porteros tibios y malos de Holanda. Ruud Krol, Ronald Koeman o Frank de Boer, legendarios defensores, deben querer matar al presente si observaron a sus compatriotas en la defensa de hoy. Sin comparación posible en uno y otro. Holanda no supo cómo atacarlo y Argentina aprovechó su contundencia para golearlo.
miércoles, 3 de junio de 2009
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